Carnicería Laurrieta abrió sus puertas de mano de mis padres en el año 1958 con la firme  intención de ofrecer y servir a nuestros clientes un buen género y una buena atención al público.

Para aquel entonces, mi padre ya había abierto otra carnicería hace más de 10 años en la calle Autonomía Nº 11, por lo que ya disponía de suficiente experiencia en este sector.

Siempre hemos utilizado las mejores materias primas, tanto en carne como en cerdo, pollo y cordero.  Nuestros elaborados son, y siempre han sido, artesanos. Todo ello derivado de la experiencia de haber tenido dos caseríos.

Años después mi hermano y yo decidimos seguir con la tradición de nuestros padres, por lo que mi hermano se encargó de la Carnicería de la Calle Autonomía y yo de la de Deusto. Siempre siguiendo los pasos que nos habían marcado nuestros padres; pero poniéndonos al día en todas las novedades del mercado.

Así que en realidad lo único que hemos tenido que hacer es seguir todas sus enseñanzas.

Todo el género que vendemos lo elegimos y lo seleccionamos cuidadosamente nosotros mismos para que el producto cumpla con nuestras expectativas, pero sobre todo, las de nuestros clientes. A mi juicio, es la base de lo que nos diferencia de nuestra competencia.